Quizás el aparato más espectacular y difícil de las mujeres en competición es la barra de equilibrio, porque no solo entra en juego el dominar los ejercicios, sino también el estado de concentración y los nervios, dos cuestiones muy fácilmente alterables en la competición.
El aparato es una banda de 10 cm de ancho y 5 metros de largo, en el que las gimnastas realizan complicados movimientos, teniendo en cuenta, los 10cm de anchura y que está a 1,25 metros por encima del suelo. .
Con estas medidas casi de vértigo se realizan elementos gimnásticos, como saltos, giros, pasos, (elementos acrobáticos, flic flac, mortales, etc.) así como elementos de equilibrio realizados en un pie, sentado o acostado, giros, enlaces. Exigencias y requisitos marcados por el código, que deben cubrir toda la longitud de la barra en una duración de un mínimo de 70 segundos y un máximo de 90 segundos.
La gimnasta debe utilizar toda la longitud del aparato, al tiempo que expresa elegancia, flexibilidad, confianza y autocontrol, en un tiempo máximo de 1 minuto y 30 segundos.
En palabras de Alicia Fernández:
Se requiere fuerza mental, mucho equilibrio y concentración al máximo, puesto que es el aparato donde más se sienten y más se perciben los nervios.
En una competición parece que siempre te la juegas en Barra, es como una competición personal aparte: Si te toca de primer aparato, malo, si te toca de último, también malo, hasta que no superas la Barra en una competición, ufff, no paras de pensar que pasará cuando llegues a Barra ó me quede la Barra….
… O al menos para mí, y creo que el resto de gimnastas del mundo estarán de acuerdo conmigo.
El ejercicio tiene que fluir con cambios de ritmo sin que existan pausas exageradas, enlazando con armonía un elemento tras otro.
Para mi, la Barra es un aparato muy especial, en el cual siempre me he sentido muy cómoda tanto entrenándolo como en competición.
Almudena San José, mi entrenadora de Barra, sacó lo mejor de mí en este aparato, y gracias a ella y por supuesto a Fillo, conseguí muy buenos resultados a lo largo de mi carrera deportiva.
En todos los aparatos hay nervios, es lógico, y en todos se puede fallar, claro está, pero en Barra, en 10 cm de ancho, cualquier cosa por pequeña e insignificante que sea te lleva al peor de los desastres. Es como si de pronto el universo te mandara una bola con efecto y el resultado… una caída.
Tengo muchos recuerdos sobre la Barra de Equilibrios:
En una Copa del Mundo llevaba todo el ejercicio perfecto, habiendo pasado la parte más complicada (elementos acrobáticos), hasta que llegué al giro de 360 grados, algo sencillo, y entonces el pie de base falló y terminé a horcajadas encima de la Barra. Decepción, rabia…, esos fueron los sentimientos que tuve por haber fallado en algo que parecía tan sencillo como un giro. Eso enseña y te da una lección sobre la Barra: Hasta el elemento más sencillo lo puedes fallar y como consecuencia te deja fuera de una final.