Querida y admirada Dian, ha sido un enorme placer poder estar un tiempo a tu lado en la Ciudad de México impartiendo el curso en el centro Paulette Gimnasia Olímpica. No solo compartimos gimnasia si no que también hicimos un recorrido cultural y gastronómico por la ciudad y también me he dado cuenta que la relación de México con España se inició con Hernán Cortés.
Fue genial compartir este curso contigo, enseñando todos y cada uno de los valores que durante tanto tiempo fuimos adquiriendo. También me di cuenta y fui consciente de la gran diferencia que existe entre ser una excelente gimnasta, valorada y querida a convertirte en una entrenadora extraordinaria, enseñando entrenamientos para buscar los resultados con el esfuerzo realizado en las horas de entrenamiento y formación.
También le quiero dar las gracias a los entrenadores, por esos momentos que pasé con ellos, regalándome enseñanzas de técnica, entrenadores con valores que me transmitieron cada día de instancia en el centro.
Compartir los entrenamientos con vuestras gimnastas a las que vi con la suficiente agilidad para aprender elementos más arriesgados y difíciles. Estas gimnastas van a tener un progreso técnico muy rápido y con gran futuro. También las vi con buen aspecto físico, muy importante para su formación como gimnastas y para su salud.
Encontré a los entrenadores con grandes posibilidades y propósitos muy profesionales, las gimnastas tenían una gran capacidad de restablecimiento tras el esfuerzo de dos jornadas duras de entrenamiento al día, esto nos permitía intensificar el trabajo, estaban muy felices haciendo gimnasia.
Me gustó mucho la confianza que las gimnastas tenían en sus entrenadores, ellas siempre creían en lo que le decían por eso no tenían miedo al hacer elementos más difíciles.
Gracias a Paulette por invitarme a este excelente curso tan profesional y tan bien organizado, le agradezco sus atenciones y por abrirme las puertas de su centro.
Agradecimiento y felicitaciones para los entrenadores y en especial para Israel, un gran entrenador, un entrenador que siente la gimnasia como una forma de vida y con grandes conocimientos, le veo un gran futuro.
Dian, me asombró los tangibles progresos realizados por tus gimnastas, les has inculcado el amor por ella. En la viga daban una imagen de seguridad y de trabajo moderno. También en el suelo vi un trabajo creador y estético importante para la continua evolución de este aparato.
Estimada Dian gracias por ofrecerme la posibilidad de volver a sentirme entrenador y tener de nuevo contacto con la gimnasia, gracias por tu forma de sentir este deporte, gracias por esa gran ayuda en el curso y gracias por esos días tan bonitos que pasé contigo y con tu hija Andrea.
Te deseo que vivas tu vida al lado de tu hija como realmente deseas y que la suerte y la felicidad sea plena y siempre tu compañera.
Jesús Carballo


