Hola Fillo, soy Ana Pérez del Notario, de Majadahonda.
Quería escribir unas palabras para darte las gracias por todo lo que hiciste por nosotras.
Recuerdo que allá por el año 1990 o así, se nos incendió nuestro gimnasio y Javier habló contigo para ver si podíamos ir a entrenar con vosotros hasta que nos reconstruyeran de nuevo el gimnasio.
Nos abriste las puertas del Moscardó para poder seguir entrenando y nos acogisteis como si fuéramos parte de vuestro equipo. Después tuve la suerte de compartir con vosotros unos meses en el chalet y me tratasteis como a una hija.
Darte las gracias porque, como dicen mis compañeras, todo lo vivido nos ha servido para nuestra vida actual.
Gracias por la familia de gimnastas que entre todos hemos creado y que a día de hoy constituye un gran apoyo en nuestras vidas. Y por supuesto te estaré eternamente agradecida por aquel día en que mi padre nos dejó para siempre y tu apareciste para acompañarme.
Por todo mil gracias Fillo.