Hola Fillo,
Contenta de escribir esta líneas para ti. La verdad es que hace tiempo que tenia ganas, pero aunque lo he escrito mil veces en mi cabeza, nunca hubo momento para ponerlo en papel.
Son tantas cosas las que tengo que decirte y son tantos los momentos y aprendizajes los que tengo que agradecer, que más que unas líneas necesito una gran conversación. No quiero aburrir a nadie y menos a ti, pero me gustaría compartir algunos recuerdo y sentimientos…
Yo no fui olímpica y quizás mi carrera fue muy corta, pero lo que yo viví en INEF, contigo, con Almu, con Luci, está ahí, grabado en mi corazón. Con orgullo, con respeto y con mucho, mucho cariño.
Fueron tiempos de mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucha disciplina (mucha hambre…😂😂) , pero también tiempos felices, que llenan de orgullo y cariño mi corazón. Habrá quien no, pero yo no puedo reprimir una sonrisa al recordar….
Yo nací en el 70, lo que significa que pertenecí a una “generación de transición” y …..¿qué es una generación de transición? se preguntaran algunos, e incluso tu mismo al leer esto… Pues para mi, una generación de transición es aquella que logra su máximo esplendor deportivo entre dos ciclos olímpicos, por lo tanto las gimnastas de estas generaciones son demasiado jóvenes para un ciclo y/o demasiado mayores, cansadas y/o lesionadas para el siguiente (recordemos que hablo de unos años los que una gimnasta de 17 años, era casi una ancianita 😂 😂 😂
Además de pertenecer a una generación de transición, puedo decir con orgullo, que fui una “gimnasta de pelotón”. Buena, muy necesaria para el equipo, pero no una estrella (soy contemporánea de la gran Laura Muñoz y de Eva Rueda, entre otras). Así es que tuve el gran privilegio de entrenar y competir en aquellos momentos donde los títulos aún no habían llegando, pero donde todo se forjó y dónde todo cambió. En mi modesta opinión, mi generación (y las anteriores, por supuesto), fueron la gran escuela , el gran cimiento de lo luego serian las grandes generaciones que vinieron después. Así es que puedo decir con tranquilidad y orgullo que los que los triunfos de mis contemporáneas y de las gimnastas que vinieron después, son nuestros triunfos, los triunfos de este gran trabajo en equipo.
Desde mi perspectiva actual de adulta, creo Fillo, que aprendimos juntos, que crecimos juntos y que tuvimos el gran privilegio de aprender de ti y permíteme el atrevimiento, de que vosotros aprendieras y crecierais con nosotras, y yo, me siento feliz y orgullosa de ello.
Quiero darte las gracias desde aquí, a ti y a Almu (no concibo pensar en ti sin imaginar a Almudena a tu lado) por todo lo que me enseñasteis, por todo lo que me aguantasteis, (que se que no fue sencillo 😂), por toda vuestra paciencia conmigo y sobre todo : por contribuir, junto con mis padres, a hacer de mi la mujer que soy ahora.