Con tan solo 2 años entré en el mundo de la gimnasia, desde entonces siempre soné en llegar a lo más alto, sin pensar en los momentos de sacrificio que conlleva, aunque cuando algo se hace con amor nunca es un sacrificio.
Con 8 años pude lograr mi sueño, entrenar con las mejores gimnastas de aquel momento y con ellas compartir el mejor entrenador de la historia de la gimnasia española.
Pero, inocentemente por la edad que tenía, nunca pensé que fueras el mejor entrenador para saber tirar para adelante la vida! El esfuerzo, la constancia, el sacrificio, la paciencia, el saber estar, el caer y volverse a levantar, el querer es poder, la humildad… todas y cada una de esas cualidades me las estabas enseñando para poder ser hoy la persona que soy!
Hoy en dia como madre de dos hijos y maestra de educacion infantil, intento inculcar cada uno de esos valores a los pequeños que tengo mas cerca…. pero lo que no sabes es que cada vez que trabajamos un valor… siempre nombro a la persona que a mí me los enseño! Fillo!!!
Nunca olvidaré la vez que me ayudaste en el Car de Madrid (en una concentración), como me apoyaste en un momento duro, e imcomprensible de mi entrenador de Manresa (tú ya sabes quien, no merece nombrarlo).
Allí me enseñaste lo comprensible y buena persona que eres!!!