Buenos días JEFE, bonita y emotiva carta, pero yo echo de menos un recuerdo a tus orígenes entrenando a los chicos del Claret.
Para alguno de nosotros, por lo menos para mí, siempre has estado presente en mi vida, has sido mi ejemplo a seguir y he intentado guiarme siempre por tus enseñanzas que no eran siempre solo de Gimnasia, si no de autodisciplina, respeto, espíritu de lucha, … valores que luego he tenido que aplicar en mi vida para seguir hacia delante.
Gracias por haberte tenido en la parte más importante de la vida de una persona, la juventud, que es cuando nos formamos para salir al mundo.